Tanto Cristina, como Marina y Carla tienen unos lenguajes artísticos muy personales que conviven perfectamente en la muestra y en los que cada una se identifica con cada uno de los elementos de la naturaleza, muy presentes en sus obras y tan importante para mi también suponiendo una importante constante en la linea expositiva de la galería.
Cristina Figarola, es nuestra Tierra, artista basada en Barcelona y cuyo trabajo mostramos por primera vez en la galería, es una maravillosa alfarera cuya obra se caracteriza por una profunda admiración por la cerámica utilitaria, apreciando su elegante sencillez formal e Investigando la transformación de objetos cotidianos en piezas artísticas, despojándolas de su uso original para hacer preciosas obras de arte.
Marina Gadea, nuestro Mar, ya lo tiene en su nombre, es una veterana artista de la galería que nos acompañó hace dos años en nuestra inauguración y vuelve a exponer con sus fantásticas obras en las que expresa energía y emoción a través de pinturas abstractas y llenas del azul de su Cadiz natal. Su estilo intuitivo, orgánico y espontáneo, nos traslada junto al mar por lo que nadie podría ser nuestro mar mejor que ella.
Carla Querejeta Roca, el Aire, vuelve también a la galería después de formar parte de la exposición inaugural. Nadie mejor que Carla, cuya obra explora el espacio y la construcción de la identidad a través de creaciones tridimensionales, que incluyen pinturas, esculturas e instalaciones realizadas con diversos materiales podia ser el aire. Sus volúmenes se mueven entre la figuración y la abstracción, invitando a ser recorridos, habitados y apropiados.
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